miércoles, julio 04, 2007

EL ABORTO; ¿VIDA O MUERTE?

Por Arbol

En el debate sobre la modificación del código civil y penal, en lo referente al aborto, que inicio como la regulación de una quinta causal de aborto por interrupción o alteración del proyecto de vida; por evidentes inconsistencias, tomo la forma jurídica de tipificar el aborto como la interrupción del embarazo hasta después de las 12 semanas de gestación, sin importar el motivo, lo cual tiene sus inconvenientes técnicos, ¿Cómo se determinara el tiempo de gestación?, ¿Cómo reconocer un aborto voluntario de uno inducido? Y ¿En donde se atenderán los abortos, si las instalaciones no alcanzan para atender los nacimientos? Pero eso ya será materia de ginecólogos, instituciones de salud, peritos y jueces.

En materia de salud pública, la medida es adecuada pues al despenalizar parcialmente el aborto, ataca la práctica clandestina, considerada la tercera causal de muerte femenil. Sin embargo la iglesia católica y los sectores mas conservadores se oponen a tal regulación, argumentando la defensa a la vida de un ser indefenso, incluso argumentan con la constitución en la mano que el estado esta obligado a proteger la vida desde el momento de la concepción.

La vida, es un concepto complejo, que incluso los biólogos aun no definen del todo, lo más cercano a una definición sería: un sistema de autorreplicación adaptable a condiciones cambiantes. Sin embargo; la herencia, la sociedad, un idioma o un huracán, cumplen con tal descripción, lo que ha dado lugar a las ciencias de la información, las redes y los autómatas celulares.

El pensamiento religioso esta dominado por la escolástica, heredera del idealismo de Platón-Aristóteteles, acuñada por el fundador de la iglesia san Agustín (354-450) y por el teólogo santo Tomas de Aquino (1225-1274). Esto favoreció a la teoría preformacionista, en detrimento del desarrollismo y la evolución, que de forma ingenua concretaba la idea de continuidad específica, es decir, de cómo se transmite la herencia. Dejando varado el conocimiento de lo vivo en el oscurantismo de la edad media, por lo menos cinco siglos.

Entre los años 354 y 430 después de Nuestra Era, San Agustín plantea que el aborto temprano no es un homicidio, pero lo condenaba porque rompía la conexión entre sexo y procreación por lo que requería penitencia solamente bajo el aspecto sexual del pecado.

Ya en 1312 El Consejo de Viena, aún con mucha influencia en las enseñanzas jerárquicas Católicas, confirmó la concepción del hombre enunciada por Santo Tomas de Aquino. Aquino había afirmado que el feto posee inicialmente una alma vegetativa, luego un alma animal y luego -cuando su cuerpo se desarrolla - un alma racional. Aquino se opuso al aborto -como una forma de anticoncepción y un pecado contra el matrimonio - mantenía que el pecado en el aborto no era el homicidio a menos que el feto ya tenga un alma, y sea por lo tanto un ser humano1.

En la era pre-moderna (1500-1750) la teoría de la hominización inmediata empezó a ganar terreno poco a poco, actualizándose a la par del desarrollo del conocimiento biológico; es así que se establecen dos teorías contradictorias sobre el momento de la hominización y sobre el castigo eclesiástico del aborto.

En el campo de la biología, en 1665 el botánico ingles Robert Hooke (1635-1703) observo por primera vez al microscopio un corte fino de corcho, pero solo registra “celdas” dejadas por células muertas; en cambio, Malpighi y Grew en 1672 independientemente y sin usar el termino célula, habían comprendido que determinadas partes de las plantas estaban formadas por pequeñisimos organismos elementales (utrículos, sáculos o vesículas).

Los intelectos relacionados con los dogmas de la iglesia postularon que en los flujos humanos avían homunculos, o pequeños humanos que se desarrollaban en el vientre materno. Con el descubrimiento de los espermatozoides y luego del óvulo, surgieron dos vertientes, los que suponían que el homunculo era de origen paterno y los que sostenían que era materno.

En el terreno científico, el desarrollo de la óptica y la microscopia, permitió la construcción de microscopios más potentes, no se encontraron hombrecitos, pero se desarrollo la teoría celular, elaborada en la segunda mitad del siglo XIX, por Shleiden, Swam y Virchov. Desde entonces se reconoce a la célula como la unidad básica estructural, fisiológica y genealógica de la vida. Sin embargo el debate sobre el momento en el que surge la identidad de un organismo siguió bajo polémica hasta el redescubrimiento de las leyes de Mendel y el desarrollo de la genética a principios del siglo XX se consiguió dar coherencia a la información disponible, con la construcción de ciclos de vida. Aceptando que los sistemas vivos son complejos y que pueden tener distintas configuraciones cromosomitas; de tal forma que un esperma o un óvulo están igual de vivos, pero con distinta cantidad de información y potencialidades.

La iglesia católica intentando estar al día e imponer criterios sostuvo que la vida humana inicia con la fecundación, es decir la unión entre el espermatozoide y el óvulo. Esta afirmación no ha tardado en mostrar su error, pues ya existen varios países que cuentan con bancos de semen y óvulos, regulados fuertemente por instituciones sanitarias y legislaciones estrictas.

A finales del siglo XX, los avances que establecieron las propiedades del material hereditario, los mecanismos de replicación, transcripción y traducción, así como los mecanismos de regulación de tipo operon, TATA box y enhancer; la regulación del desarrollo por inducción, por los genes homeoticos o por plasticidad; la clonación y la ingeniería genética, permitieron el desarrollo de la industria biotecnológica tanto en el campo de la agricultura, la ganadería y la medicina.

Todos estos avances en el terreno de la biotecnología, les ha permitido afirmar a los seudo científicos Judíos y del Vaticano, que estamos ante el descubrimiento del diseño divino. El interés de la iglesia por estar al tanto e incluso participar en el desarrollo de la biotecnología, es porque saben que el humano es un animal que puede ser utilizado como ganado y como tal puede ser sujeto de modificaciones y mejoras. De tal forma que el individuo humano es un recurso natural y unidad estructural básica de la sociedad, en un sistema que cotiza y valora todo, no puede ser dueño de su capacidad reproductiva. Pues en si misma es la principal riqueza de un país.

En los países desarrollados y organismos internacionales se dictan las políticas demográficas y los gobiernos subdesarrollados difunden campañas de información sobre control de la natalidad para disminuir el consumo de recursos y se puedan concentrar en el primer mundo; así mismo el abandono del campo esta diseñado para apoderarse no solo de la mano de obra sino también del conocimiento agrícola; igualmente en países con grupos indígenas, como México, se aplican campañas de esterilización clandestina y se mata y reprime a sus miembros a la menor provocación.

Todas estas estrategias están encaminadas a controlar la reproducción no solo del sistema, sino de la misma especie. Los dueños del dinero han decidido que debemos ser una sociedad estratificada, con una estructura jerárquica que eficientice la productividad, como en la novela de Mauricio de Maesterlinck, La vida de las abejas, en donde se utiliza el conocimientote la biología de la Apis mellifera para profetizar un estado de perfección, con estratos y categorías marcadas, al que tiende la humanidad inexorablemente. Según ellos una macabra mezcla de 1984 de George Orwell y El mundo feliz de Aldos Huxley, es el único futuro posible.

El intento de la iglesia de reducir el terreno de la sexualidad al campo de la moral, sin tomar en cuenta que es una propiedad esencial de lo vivo y que en ella reside la capacidad natural de la especie humana para reproducirse como sociedad, es el inicio de una estrategia para ingerir ideológicamente en los programas industriales, mercantiles y políticos en torno a la biotecnología; por lo que el estudio, conocimiento y regulación de la reproducción humana es de interés social y no religioso, por lo tanto debe estar al resguardo de órganos e instituciones laicas.

Por si fuera poco las pretensiones del Papa están fuera de lugar, pues en el catolicismo romano existe una diferencia entre la función legislativa y el magisterio de la Iglesia. En su papel legislativo, la iglesia determina las leyes de moralidad que deben observar los católicos en la vida diaria, define las acciones que considera pecaminosas y prescribe los castigos que se aplicarán a los que desobedezcan las reglas, ya sea en términos de penitencia o de excomunión. La autoridad que tiene la Iglesia para enseñar se denomina "magisterium". La tarea docente de la Iglesia solamente se ocupa de cuestiones relacionadas con la fe y la moral; únicamente sobre estas cuestiones es que al Papa se le considera capaz de infalibilidad en la enseñanza2.

¡¡SI AL ABORTO, NO A PRO VIDA!!

1.- http://www.geocities.com/catolicas/articulos/aborto/historia.htm

2.- http://www.vidahumana.org/vidafam/iglesia/ensen_aborto_index.html

No hay comentarios.: