La desigualdad, que pareciera natural e inherente a los humanos, tiene unos orígenes profundos en la historia, pero no por ello siempre ha sido. Esta surge en las sociedades primitivas, junto con la idea de poder o propiedad privada, mientras la propiedad era colectiva todos los hombres tenían lo mismo y por lo tanto eran iguales. El poder nace de un acuerdo entre los hombres, delegando el control de un objeto o el producto de alguna actividad, en función de las habilidades concretas o ficticias, así de la noche a la mañana surge el chaman y el jefe.
En las sociedades pequeñas están basadas en la reciprocidad, cuanto mayor sea el índice de riesgo, tanto mas se comparte. Allí donde la reciprocidad prevalece en la vida cotidiana la generosidad se da por sentada. Esta relación subyace en sociedades dominadas por otras formas de intercambio, incluso la capitalista, pues entre parientes cercanos y amigos, es habitual dar y tomar de forma desinteresada y sin ceremonia, en un espíritu de reciprocidad. En este contexto existe un tipo de liderazgo político, que no puede obligar a otros a obedecer, sino que son convincentes. Su función depende de la capacidad para impedir la alianza de grupos insumisos. Es el primero en levantarse por la mañana, es quien emprende las tareas y trabaja con más ahínco. Además de dar ejemplos de generosidad, exhorta a cooperar, a controlar sus apetitos sexuales, a no ser perezosos, a ser limpios, a no ser rencorosos, siempre sin hacer acusaciones directas. En suma la figura más prestigiosa de entre un grupo de iguales, salvo en lo referente al sexo y la edad.
En este momento sociocultural los individuos nacidos en un cierto lugar afirman ser dueños del agua y los derechos de caza, pero esta actitud no interfiere con los demás núcleos del grupo e incluso entre grupos diferentes. Se acostumbra pedir permiso, el cual rara vez es negado. Existe la propiedad privada, pero se restringe a los artículos de uso personal. La presencia de individuos que toman más de lo que aportan. A pesar de no existir un sistema penal, a la larga ese tipo de comportamientos es castigado por el Chaman, quien en sus transes adivinatorios, se hace eco de la opinión publica.
La distinción de rango en las sociedades en crecimiento surge de la redistribución de los excedentes, los que son administrados por el personaje más prestigiado, quien junta y divide, actos que comúnmente se traducen en festividades. En un principio el redistribuidor servia para consolidar la igualdad política, pero después lo fue utilizando de manera discrecional, generando un grupo de beneficiados y otrote perjudicados. Los que poseían más se diferenciaron del resto y empezaron a tomar decisiones.
Ya en el Leviathan (1651) Thomas Hobbes señalaba que el hombre se reúne para trascender el miedo alamuerte en la guerra, para generar un poder común que los sujete; en The Origins of the Totalitarianism (1951), apunta que el poder brota donde quiera que la gente se une y actúa en concierto y desaparece en el momento en que se dispersan. Sin embargo, Marvin Harris en su libro Our Kind: Who We Are, Where We Came From, Where We Are Going (1990), señala el consenso que existe respecto al componente violento del poder, unos ven en el poder la fuerza institucionalizada en forma de violencia mitigada; fundando el imperio del hombre sobre el hombre, basado en los medios de violencia legítima. Ni siquiera Michael Moore, en su famosa película documental sobre la Masacre en Columbine, se atrevió a reconocer el origen de la rabia de Eric Harris and Dylan Klebold.
Así mientras los analistas y comunicadores debaten en los medios informativos sobre la ley del control de armas y su disponibilidad en los estados unidos; señalando la violencia con armas en donde se involucra a jóvenes; centrándose en la naturaleza de la subcultura de pandillas en las escuelas y los golpeadores; así como el rol de las películas violentas, los videojuegos, hasta el uso de Internet por parte de los adolescentes. Sin faltar la referencia a posibles problemas médicos, psiquiátricos, psicológicos, sociales y morales en los sujetos que llevan acabo estos actos. Sin embargo nadie repara en la gran desigualdad generada por el sistema de producción y consumo que permite y fomentan la discriminación, la humillación, el abuso y la explotación. Esta es la verdad evidente que intentan ocultar. El uso de la violencia, como último recurso, ante la desigualdad y en contra de quienes se valen de ella para violentar.
1 comentario:
En los servicios de noticias que ofrece MSN, comparaban una de las fotografías que supuestamente dejó Cho Seung Hui, previó a la masacre, en donde sus actitudes eran comparadas con las de Oh Dae-su, personaje de la película Old Boy.
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