"Dame de tu amarga flor las espinas de tus labios”
Te llamo paralelo a la noche y en ella te reitero / camino en el pensamiento y solo caminar me da consuelo / No puedo continuar, mi voz se diseca en el papel impreso/ pero sólo tu boca en su palabra me conserva /¿Conoces tú la ausencia? / Acerca tu oído, las palabras se tienden hacia ti / Si llego a ti y a tu silencio, y si acaso tu me escuchas / dime entonces cuales son taciturnas tus palabras? ¿En que sueñas cuando callas? ¿Por qué tu vista diriges a la nada? / Tu que ves mas allá de tu propia mirada, dime ¿qué vez en mi amarga estatua? /
Para que buscar el paraíso? / ¿Acaso lo hemos perdido tu o yo? / La ausencia te restaura en los muros del tiempo / A ésta hora en que todo esta en silencio / en que he apagado la voz / en que no encuentro términos precisos / A esta hora en que todo duerme / vuelves de la ausencia a instaurarme pensamientos / Y no me queda otro remedio que inventarte / suponerte / precisa e inconstante / Te supongo siempre cercas de arcilla o de niebla / de un rumor insepulto/ indescifrado/
Tu que sufres las mismas cosas en silencio / verás qué el horizonte es más ancho que el mismo cielo / entonces renaceremos en otro tiempo / y por segunda ves nos conoceremos / Aun te reconoceré: “No es nada – me dirás – yo también lo siento” / Te volverás otra ves contra mi vista / y yo busco la tarde / la hora del ocaso vespertino / Sucede entonces que me alejo de mi mismo / para indagar en el abismo / para saber que ausencia te produzco / ¿Cuál es entonces el sonido de tus voces? / Me cuesta construirte del pasado / y al escribir no se si vuelves / Imagino que algún día vendrás reiterando tu lugar en el espacio / No sabré entonces si habrás llegado o si estas en todas partes /
Me despierto / levanto la vista / me cobijo entre libros / y sigo escribiendo sobre cristal y arena/ Escribo un idioma nuevo para llamarte / para que a lo lejos tú me escuches / para que acudas al sonido distante de mi espacio / Los días caen como la lluvia / yo me refugio bajo la sombra de mis pasos/ y con ellos mido las edades de los tiempos / Me refugio también en tus ojos / y en ellos mido la edad del infinito /
Arturo Flores F.
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